RAÙL WIENER opina:"Un discurso para que todo siga igual"

Primer mensaje del discurso es que no habrá cambios y el segundo que tenemos que creer en lo que el gobierno nos ofrece.

En los 80, García solía buscar la emoción del auditorio advirtiéndole que debíamos reaccionar porque estábamos nada menos que a 15 años del cambio de siglo. Para el discurso de Fiestas Patrias de 2009 ha vuelto a usar el mismo recurso, esta vez dirigiendo la atención a los doce años que median para el segundo centenario de la independencia nacional. ¿Cuál puede ser el significado de la fijación de estos horizontes? Para decir verdad, el joven García nunca hizo una política pensando en los 2000, como el más viejo y más gordo que tenemos ahora tampoco ha gobernado con una mirada de mediano o largo plazo.

Bien puede decirse que más allá de la frase efectista, García no quería decir nada sobre el Perú de los siguientes 12 años. Como tampoco ha querido hacerlo con el del tramo 2009-2010. Uno podría concluir que lo que tenía al presidente hablando ante el Congreso era la obligación constitucional y el deseo de transmitir un “optimismo” que tiene más de arenga que de convicción. ¿Qué quería comunicar García a un país con fuertes rasgos de polarización y sacudido por una cadena de conflictos? Hace un año la tesis oficial era que el Perú estaba en pleno crecimiento y que nada ni nadie podría detenerlo, y como esto era producto de la política de promoción de la inversión esto era de lo único que había que preocuparse.


Baguazo
De un 28 de julio a otro, tuvimos, sin embargo, Bagua y el Moqueguazo, petroaudios e impacto de la crisis económica internacional, por mencionar los temas claves. Y en cada uno de estos casos se vio que crecimiento e inversiones no eliminaban los conflictos sino les daban otra forma (defensa de la tierra contra las concesiones, lucha por la distribución del excedente), eran una fuente de corrupción y no nos hacían invulnerables a los vaivenes del mercado externo. Frente a este periodo dramático el presidente evitó una reflexión política y se limitó a una frase típica de su actual repertorio: “el pueblo me absolverá en su corazón”. Faltará ver si la justicia es tan benigna.


Libertad de prensa

Dentro de eso mencionó la libertad de prensa, como si no hubiese un fuerte alineamiento de los grandes medios con el gobierno, y no fuera que este diario que ocupa el lugar de la oposición no fuese continuamente hostilizado y amenazado. También habló de las radios de provincias, pero no dio cuenta de todas las que han sido cerradas por decisión del Poder Ejecutivo.


Mano dura

La identificación entre conflicto social y terrorismo, entraña un anuncio velado de represión, lo que se corrobora en la parte en que ordena al general Salazar usar la mano dura que supone no emplearon los anteriores ministros. Pero lo principal es que el gobierno no reconoce ninguna responsabilidad por la conflictividad social y prefiere culpar a los “agitadores” y a la “injerencia externa” sin mostrar una sola prueba. No aclara lo que se hará con las actas, o si habrá voluntad para revisar los otros decretos legislativos cuestionados.
_______________
Tomado del Diario LA PRIMERA del 29.07.09. Pág. 6