Opiniones sobre el Mensaje Presidencial del 28 de julio


Discurso de Alberto Pizango Chota, presidente de la AIDESEP, por la conmemoración de un año más del inicio de la República


AIDESEP, 28 de julio de 2009.

Hermanos: Cada 28 de julio hacemos un alto en el camino y en nuestras tareas diarias, para recordar a nuestros hermanos mayores, a nuestras organizaciones que hace 29 años se atrevieron a mirar más allá de nuestros montes, de nuestros ríos y cochas locales, para mirar la Amazonía como un todo, como un problema conjunto de todos los pueblos indígenas, nuestros ancestros.

Hace más de 188 años que estamos resistiendo, proponiendo alternativas de desarrollo armónico en beneficio del país y del mundo. Pero no queremos mirar el pasado sólo para recordarlo o para hacer homenajes, sino para recoger el legado de nuestros antepasados, su fuerza vital, sus espíritus indomables que recorren los bosques alentándonos a no desmayar en la tarea de mantener vivas nuestras culturas, nuestros valores y seguir sembrándolos en nuestros hijos.

Nosotros no miramos el pasado como añoranza, buscamos en él el poder y la visión de nuestros pueblos, para enfrentar esta nueva ofensiva del Estado criollo, ahora gobernado por un grupo de siervos incondicionales de las grandes empresas y que pretenden enajenar nuestros territorios, como lo han venido haciendo desde la primera colonización.

Hermanos, compañeros de lucha, compatriotas y amigos cooperantes, estamos aquí, con la memoria de nuestros antepasados y de nuestros mayores que forjaron esta gloriosa organización para decirle al gobernante criollo del país que su ley de Recursos hídricos No 29833 y todos los decretos y leyes que proponga, han dejado de ser normas legales para convivir armoniosamente entre peruanos. Nosotros, los pueblos indígenas que pusimos nuestros territorios para forjar esta República, le decimos, invocando nuestra historia, que él es el responsable de haber roto el pacto social fundacional de la República; está declarándonos la guerra abierta, porque si legaliza la expropiación de nuestros territorios es como si nos estuviera matando a todos los indígenas de la Amazonía.

¿Qué les diremos a nuestros hijos cuando nos pregunten por sus territorios? ¿Qué les diremos a nuestros nietos cuando nos pregunten lo que hicimos para defenderlos?

Hermanos, compañeros, amigos, nuestros pueblos son pacíficos, aman la paz y el buen vivir en nuestro monte; pero cuando nos provocan estamos dispuestos a confrontar a todos aquellos que nos quieren asesinar como pueblos. Y desde esta tribuna hago un llamado a todos los pueblos indígenas organizados, comunidad por comunidad, federación por federación, región por región, a preparase para enfrentar este nuevo desafío que nos ponen los criollos de Lima, representantes de los intereses de las grandes empresas que depredan nuestro monte y que pretenden aniquilarnos como culturas y como pueblos.

AIDESEP hace tiempo que es mayor de edad; hace tiempo que dejó los pañales. Somos una organización mayor, responsable y seria. No estamos haciendo demagogia criolla. Dejemos que la historia de nuestros pueblos nos juzgue por lo que haremos y por lo que dejamos de hacer, la virtud, no es una herencia genética; las virtudes y los valores se transmiten, se crean e inculcan. Nadie nace con espíritu de generosidad, con amor a la verdad, al prójimo debemos sembrarlos; esa es una de las razones por las cuales considero compatriotas peruanos que debemos estar consientes de la información y tenerla como herramienta fundamental y pilar de nuestro desarrollo armónico que nos proponemos en nuestro plan de vida.

Es nuestro propósito hacer reflexionar, e inculcar como única posibilidad de poder vivir con decoro, más plenamente, sin frenos ni cadenas, a tanta gente que a fuerza de AMOR y sacrificio tratan de cambiar una triste realidad de sentimientos, represiones y vivencias negativas como las que hoy vivimos: El hambre, la pobreza, la injusticia, el miedo, la desigualdad social, las muertes por enfermedades curables, la ignorancia, el terrorismo, la explotación infantil y de la mujer, etc., son y serán flagelos de lesa humanidad de los sistemas capitalistas, que unidos podemos erradicar. Solo pueden salvar a nuestro mundo personas que amen y defiendan todo lo que huele a VIDA, luchando sin tregua, con paciencia, perseverancia y positivismo.

El MIEDO al futuro, los fracasos del pasado, el envejecimiento de nuestros sueños, pueden ir secando nuestro corazón y amortiguando o matando las ganas de VIVIR y de luchar. La LIBERTAD como la VIDA, solo la merece quien sabe conquistarla todos los días con perseverancia y mente positiva.

UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE, hoy estamos prohibidos callar libremente ante la injusticia, la marginación y la explotación del hombre por el hombre.

Juntos luchemos por la eliminación de la pobreza, acabemos con las desigualdades sociales, protejamos nuestra Madre tierra, la naturaleza, agro-ecología, a la humanidad, y levantemos la dignidad del ser humano. Tenemos el fuerte compromiso de unir la selva, la sierra y la costa para hacer del Perú una patria libre soberana orgullosos de decir esto es mi Perú, tus aportes serán faro en la memoria, saeta y savia en el camino por un Proyecto de dignidad, democracia y paz con justicia social para todos.

“Por una patria digna y generosa, por la defensa de la vida y de la soberanía nacional, por la defensa del planeta tierra que es el embrión de nuestra existencia viva la patria viva la amazonia, viva los pueblos indígenas del Perú y del Mundo”.

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Tomado de AIDESEP.ORG.PE

DAYSI ZAPATA - Vicepresindeta de AIDESEP- declara: "Jefe de Estado desperdició hoy una gran oportunidad para reconciliarnos como peruanos”


AIDESEP, 28 de julio de 2009.
La vicepresidenta de la AIDESEP, Daysi Zapata Fasabi, lamentó que el presidente de la República –en su discurso tradicional de 28 de julio- haya desperdiciado la oportunidad para reconciliarse con los pueblos indígenas del país y criticó su posición de no aceptar los errores que cometieron –tanto el mandatario como sus ministros - durante los enfrentamientos que ocurrieron durante el Paro Amazónico que convocaron los pueblos para defender su territorialidad y su futuro.

La lideresa yine sostuvo que el jefe de Estado se equivoca, nuevamente, cuando coloca en el tintero ejemplos totalmente irracionales con la realidad peruana, lo que pone en severa duda su capacidad para gobernar o, al menos, su incapacidad y desconocimiento de la amazonía peruana, de sus pueblos y sus costumbres.

“Durante su discurso hizo mención que Brasil concesionó de un solo porrazo 67 millones de hectáreas y que en el Perú –siguiendo su lógica del perro del hortelano- no se podría hacer eso porque habría protestas y factores externos. Sin embargo, lo que olvidó decir García es que esa extensión de tierra solamente representa el 10 por ciento del territorio amazónico brasileño, y que a merced de esos números es que el gigante continental puede maniobrar su política ambiental, empero, el Perú no puede darse ese lujo, no puede descuidarse y. mucho menos, iniciar el camino hacia el suicidio ecológico”, subrayó.

Además, dijo que le sorprendió que –por primera vez durante su mandato- haya criticado a los gremios mineros e hidrocarburíferos pues los responsabilizó de tener más de mil quinientos millones de dólares y solo han entregado alrededor de 400 millones y los conminó a contribuir con la estabilidad democrática. “Creemos que el presidente necesita con urgencia una fuerte dosis de realismo, de arrepentimiento y entrenar a ser humano: cometemos errores, pero vemos que este gobierno tiene a la soberbia como bandera, como estandarte y eso hace que nuestro país sea cada vez más indiferente, más disperso y más indolente con su pasado”.

Sobre el anuncio presidencial que buscará que las comunidades formen parte en el proceso de ingreso de una empresa en su territorio, Zapata Fasabi sostuvo que simplemente los pueblos no le creen, que durante más de 60 días la amazonía pedía diálogo, pedía respeto y que fue lo que nos dieron: la muerte de peruanos; “pues ya en febrero del 2006, en Ayabaca, el hoy presidente anunció que en su gobierno respetaría la decisión de los pueblos y que no permitiría el ingreso de ninguna empresa extractiva, pero todos sabemos que eso fue una grosera mentira, un anuncio para las graderías que hoy no puede, ni piensa cumplir”.

Finalmente, la vicepresidenta de la AIDESEP enfatizó –en referencia al anuncio de García que no permitirá más amenazas ni medidas de fuerza- que su gobierno es el principal amenazador pues a pesar de las promesas de sus ministros se sigue persiguiendo a los pueblos.

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Tomado de AIDESEP.ORG.PE

NELSON MANRIQUE opina: "Gastar, gastar, que el mundo se va a acabar"


En su mensaje por Fiestas Patrias Alan García ha anunciado la previsible largada a la temporada del gasto extensivo, previo a las elecciones del 2011. A lo largo de los tres primeros años de este gobierno el país contó con una coyuntura internacional de precios de las materias primas (especialmente minerales) excepcionalmente buena y la administración aprista creó un fondo destinado a financiar una política de gasto social para el último tramo de su mandato, que permita hacer más tragables las reformas neoliberales y enfrentar con un buen pie las próximas elecciones. Es una constante que cuando un gobierno cuenta con buenos precios para las materias primas cimente su prestigio utilizando los recursos adicionales así logrados en gasto e inversión. Es el caso de Ramón Castilla y el guano, a mediados del siglo XIX, y de Manuel A. Odría y los elevados precios de los minerales, a mediados del siglo XX.

Hasta aquí, el talón de Aquiles del Estado ha sido su escasa capacidad de gasto, que hizo fracasar los arrebatos presidenciales anteriores, desde el fiasco del “shock de inversiones” y hasta la reconstrucción de la zona devastada por el sismo que golpeó al Sur chico. Ahora, Alan García ha decidido que es necesario darle “participación directa” al pueblo en la ejecución de las obras, lo cual es una manera de saltar a la garrocha por encima de las limitaciones del aparato estatal. La figura que García propone es convertir a cada comunidad del interior del país (los “perros del hortelano”, que inmovilizan las tierras que debieran ser explotadas rentablemente por las grandes empresas, para los desmemoriados) en un “núcleo ejecutor de sus obras”, entregándoles directamente los recursos provenientes del canon o los impuestos, de tal manera que éstos no se queden en las ciudades o sean consumidos por la burocracia. Se invoca, asimismo, la participación de los jóvenes, organizados en “núcleos ejecutores juveniles”, en la realización de las obras. Adicionalmente, Alan García demanda que las autoridades regionales entreguen los recursos económicos a las municipalidades y comunidades. El reclamo de una actitud más dialogante y concertadora ha recibido una respuesta insólita: “La mejor manera de dialogar es entregando el dinero a los pueblos, haciendo que el pueblo mismo gaste a su favor”.

Una ventaja que tiene la propuesta que presenta García es que hay recursos para ejecutarla; se cuenta 23 mil millones de soles destinados a la inversión en el presente año. Pero el problema de partida sigue siendo el mismo. El factor decisivo, a la hora de garantizar la calidad del gasto, es la confiabilidad del aparato encargado de ejecutarlo. Y la principal traba que ha frustrado los intentos anteriores es la corrupción extendida en el aparato estatal. La multiplicación de los puntos de asignación de recursos es, a la vez, una multiplicación de las oportunidades de hacer “faenones”, y estos estarán garantizados si es que el proyecto se asigna a compañeros apristas que esperan con ansiedad su oportunidad de “hacer la suya”, antes de que se acabe el acceso al poder. Es sintomática la virtual ausencia de propuestas de García para enfrentar la corrupción, a pesar de que este es un tema que todos los peruanos consideran fundamental.

Dar participación al pueblo en el gasto es una muy buena cosa. Pero para que ésta sea efectiva se va a necesitar algo más que encargarle la administración de la plata a Nidia Vílchez y Carlos Arana.
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Tomado del Diario LA REPÚBLICA del 29.07.09. Pág. 14

MIRKO LAUER opina: "Mensa cifrado"


Como era previsible, este mensaje a la Nación se mueve más o menos en el mismo campo semántico que el anterior: una carrera por superar carencias y alcanzar metas. La real novedad de un año al otro es que el proceso ahora se da bajo una doble amenaza: los efectos de la crisis internacional y los agentes del desorden político.

Sobre lo primero no se dijo mucho. Después de todo el Estado se siente protegido por sus reservas y su administración central de los recursos, y los efectos negativos están acumulados en el sector privado o la economía de las personas. Lo segundo, el desorden político, fue tratado con guantes de seda, y alguna discreta disculpa al paso.

La acumulación de ofertas de cambios sustantivos (en este caso llamadas reformas) hizo que este pareciera más un discurso de primer año de gobierno que de tercer año. Algunas ofertas de cambios fueron interesantes, otras sonaron muy conocidas, en especial las que consisten en asignarles más dinero a problemas que quizás requieren medidas adicionales.

Acaso lo más inquietante haya sido escuchar a un orador eximio como Alan García encorsetarse en un género de discurso que hace ya mucho tiempo que no comunica nada. El mensaje a la Nación no le brinda al país una imagen útil de sí mismo, sino un informe del debe y haber de un gobierno en funciones, que no es ni remotamente lo mismo.

Si hubiera que reducir las casi dos horas a una frase, esta sería: estamos trabajando. Lo cual es efectivamente cierto, pero no sirve para romper la barrera psicológica entre lo que la población ha obtenido y lo que ella desea. A pesar de sus llamados a la autoestima y el optimismo, el propio presidente no sonaba exactamente así.

Es insólito que haya llegado el día en que García da la impresión de necesitar un buen redactor de discursos para hipnotizar a ese gran salón que es la atención nacional. Su celo administrador y productivista lo ha llevado a reducir los datos sociales (la pobreza, pero también la prosperidad) a cifras en las cuentas nacionales.

En medio de todo esto, algunas propuestas que producirán polémica: doble vuelta en elecciones regionales, renovación del Congreso por mitades, más dinero directamente en bolsillos populares, la revisión de un par de contratos con empresas extranjeras. Todo esto perdido por entre el cúmulo de kilómetros, hectáreas y unidades construidas.

En cuanto al momento político, da la impresión de que García considera que lo peor en términos de ola de protesta ya ha pasado. Lo cual contrasta con las esperanzas de un sector de la oposición sobre un segundo semestre caliente. Este cálculo, de si habrá un Niño político o no, es en efecto lo que va a definir el resto del 2009.
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Tomado del Diario LA REPÚBLICA del 29.07.09. Pág. 6

JULIO ORTEGA opina: “Su mensaje fue como un menú que ofrece de todo”


Entrevista/Julio Ortega. El crítico literario y escritor peruano, de paso por nuestro país para la Feria Internacional del Libro, ofreció una particular visión del mensaje del presidente de la República, Alan García Pérez.


Miguel Gutiérrez R.


- ¿Tiene usted una interpretación del tercer mensaje presidencial?

Veo el mensaje presidencial como un menú de entrada que ofrece de todo para despertar el apetito y donde el presidente se muestra como el gran Chef. Su mensaje funciona dentro de un discurso cuyo eje es la comida y no me extraña porque la gastronomía domina hoy el discurso peruano. Es por eso que es normal que la representación del país se dé a través de diferentes entonaciones discursivas. Está bien porque es un acuerdo sobre la identidad, es una gran metáfora la comida en el discurso de lo político.

- Esta metáfora que sirve para hacer pasar su mensaje político tiene, imagino, sus límites.

Tal vez es excesiva por el número de platillos que ofrece ese menú. El problema de que la comida sea el modelo del discurso político es que compromete el futuro con una lista de probabilidades cuyo valor nutritivo ignoramos.


- ¿En qué sentido su mensaje presidencial es excesivo?

La comida es siempre una visión. En comida se busca el sabor. Crea una ilusión compensatoria que ayuda a curar la crisis y las angustias de la vida cotidiana, pero en lo político, el problema con este menú es que compromete el futuro demasiado. García habla del año 2021 y que “faltan doce 12 años”. No está muy claro cuándo se probará la calidad de los potajes que ofrece su menú. Pensé que podíamos verificar si eran buenos dentro de un año, pero todo indica que será mucho después.


- ¿Cree que el presidente está prometiendo más de la cuenta?

Él no calibra totalmente lo que dice. Tiene la intuición del político, de sintonizar con la necesidad de la concordia, pero no calibra las consecuencias de su menú. Por eso digo que su mensaje es un menú de entrada. Responde a una necesidad programática de ofrecer y ofrecer y es demasiado prolijo en eso. Promete que el Perú será un país del primer mundo cuando tiene aún 36 por ciento de pobreza.


¿Podemos decir que su menú político no es tan creíble?

El peligro de ese menú, desde el punto de vista de lo político, es que convierta el futuro en una deuda y ya estamos endeudados nosotros por sus promesas. Analistas señalaban que su mensaje parecía uno de inauguración de gobierno. A mí me parece que el suyo es para la campaña del 2016. Como que está construyendo una cocina en la cual, como gran Chef, nos recordará que este año prometió cosas que cumplió, pero eso es muy improbable.



“Prometer el primer mundo es una irresponsabilidad”

- ¿Un mensaje siempre es un informe de lo que se hará finalmente?

El discurso político de poder siempre se sitúa dentro de una metáfora nacional y responde a esa necesidad. En este caso responde a la necesidad de ser veraz en el papel del gran Chef. Sin embargo, debe ser veraz en el sentido de que debe anunciar un discurso creíble y no de ilusiones.

- ¿Piensa que la sociedad peruana ha quedado satisfecha de este menú?

Asumimos aún que no tenemos deudas, que estamos en el momento del ágape, de la comida plena. Estamos autocomplacidos de tener la mejor cocina del mundo, pero no es así. Un discurso que promete convertirnos en país del primer mundo y desaparecer la pobreza es una irresponsabilidad.

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Tomado del Diario LA REPÚBLICA del 29.07.09. Pág. 6

AUGUSTO ÁLVAREZ RODRICH opina:"Masaje a la Nación"


Un 28 de julio sin novedad en el frente.

Juan Velasco Alvarado y Alan García Pérez tienen la culpa, por haber lanzado sendas estatizaciones en los 28 de julio, de que los peruanos creamos que los mensajes presidenciales de Fiestas Patrias son oportunidades para el ‘gran’ anuncio histórico que se vuelve pateada de tablero y le da una nueva dirección al rumbo gubernamental y al país.

La verdad es que no tiene por qué ser así, y lo mejor es que no sea así, es decir, que los mensajes presidenciales no sean otra cosa que el cumplimiento del mandato constitucional que obliga al jefe del Estado, al inicio de la primera legislatura ordinaria, a exponer ante el Congreso sobre la situación del país y las acciones que se propone poner en marcha en el futuro.

En esos términos, el mensaje de ayer del presidente García, el penúltimo de su segundo período, encajó bien con lo que manda el artículo 118 de la Constitución, un recuento de logros –que suele ser la parte más tediosa de los discursos y que en el futuro sería mejor que se convierta en parte de una memoria escrita– y el anuncio de los objetivos futuros.

Pero ni siquiera el planteamiento de dichos objetivos constituyó una novedad, pues el presidente reiteró ayer las indicaciones que dio cuando, hace un par de semanas, juró el gabinete presidido por Javier Velásquez Quesquén: “la defensa del orden democrático y salvar al Perú de los efectos de la crisis financiera internacional”. Es decir, orden e inclusión.

Las propuestas ofrecidas dentro de cada uno de estos objetivos fueron –como corresponde en un mensaje presidencial como el pronunciado ayer– bastante generales. El detalle de las mismas debiera corresponder ahora a la presentación que, dentro de las siguientes dos semanas, debe realizar ante el pleno del Congreso el nuevo Consejo de Ministros con el fin de exponer y debatir la política general del gobierno y solicitar una cuestión de confianza.

Pero tampoco deben esperarse muchas novedades de esa oportunidad, pues el gobierno parece, cuando empieza su cuarto año y como fue evidente en el mensaje de ayer, que no tiene mucho entusiasmo por lanzar nuevas políticas o reformas en sectores cruciales, sea porque ya se le acabaron las ideas o porque no quiere comprarse pleitos nuevos.

Para mal o para bien, el gobierno seguirá durante los dos años finales de manera similar a como fue en los tres años iniciales. El problema es que los conflictos sociales van a aumentar y esto puede complicarle las cosas. Lo bueno es que a más tardar en el verano que viene, la temporada electoral se dejará sentir y eso le dará un respiro a la administración del presidente García.

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Tomado del Diario LA REPÚBLICA del 29.07.09. Pág. 10

HUMBERTO CAMPODÓNICO opina: "Ni autocrítica sincera ni alternativas frescas"


Antes del Mensaje, tenía la idea siguiente: se debería transmitir una voluntad de diálogo y de reconciliación después de los sucesos de Bagua. Cualquier anuncio económico o social viene después de reconocer que hay otros que son iguales a nosotros, aun cuando tienen distintos puntos de vista.

Algo de esto hubo al inicio, con la mención indirecta de la suspensión a los “castigos” a los 7 parlamentarios nacionalistas. Pero nada más porque luego el tema fue tratado desde el siguiente ángulo: “quiero el cambio con velocidad y si por eso ha habido problemas, entonces pido disculpas”. O sea: estábamos en lo correcto, pero lo estábamos haciendo muy rápido.

Ese es el problema de fondo y es lo que hay que cambiar: nadie tiene la verdad al 100% y para construir país hay que dialogar e intercambiar opiniones, no promulgar desde Lima decretos legislativos inconsultos y negarse a derogarlos. Cero avance aquí.

El segundo tema a contrastar es la visión de largo plazo: dónde queremos estar en el 2021, en el bicentenario de nuestra independencia. Cuál es el desarrollo territorial al cual debemos avanzar, qué tipo de relaciones con nuestros vecinos, qué tipo de inversión, extranjera, nacional y/o estatal debemos promover hacia delante.

Si bien hubo dos menciones al año 2021, brilló por su ausencia el Centro de Planeamiento Estratégico (CEPLAN), que hace 3 años comenzó a funcionar pero al cual el gobierno no ha dado importancia. Sin visión de largo plazo seguiremos al tun tun.

El tercer tema, ligado al anterior, es la Reforma del Estado, entendida como la meritocracia (se asciende debido a logros concretos, transparentes y medibles) y la homologación salarial (a igual trabajo, igual salario). Pero no. A pesar de que los proyectos de reforma del Estado están listos en la PCM, se ha optado por “mejorar las élites” capacitando a 20 o 30 gerentes como si fueran el elíxir mágico “que moverá a 800,000 burócratas que poco o nada saben hacer”. No, pues.

Acto seguido se lanza un planteamiento alejado de la realidad (como mucho en el discurso): que los Núcleos Ejecutores Juveniles serán capaces de realizar las obras y proyectos que no hagan los gobiernos regionales y locales, hablando de montos que superan los 2,000 millones de soles. ¿Qué cosa?

El cuarto y quinto temas debían ser los económicos: la crisis internacional y sus efectos en el crecimiento peruano. El Mensaje nos dijo “que el mundo sufre un gran trastorno, pero se va a recomponer pronto”. Y sobre el Plan Estímulo se mencionó que las obras y la inversión continuaban.

Esto denota que no hay una comprensión de la crisis internacional (tiene todavía para rato), por lo que son necesarias en el Perú, además del Pan Estímulo, medidas de alza de aranceles e impulso de la demanda: salario mínimo, reducción del IGV, pensiones no contributivas. Estos temas son sustanciales, pues de ellos depende el crecimiento. Dicho esto, fue positivo e importante el apoyo a la descentralización y el aumento del % del Foncomún que se destinará a los gobiernos locales.

En los temas de la inversión extranjera primó la mención a aspectos conflictivos: Telefónica (mal servicio), Doe Run (la empresa debe poner lo suyo y no “usar” a los trabajadores), la escasa inversión del “óbolo” minero y Camisea (se deben investigar los cambios legales bajo Toledo y que el gas debía ser prioritariamente para el mercado interno). Empero, en ninguno de los casos planteó alternativas concretas, motivo por el cual habrá que seguir estos casos de cerca.

En síntesis, puede decirse que no hay autocrítica sincera ni alternativas frescas. Da la impresión de que el gobierno ha perdido la capacidad de comunicación con la población (quizá por eso la mención a tanto dato estadístico) y que en su apreciación no hay un correlato con la realidad. Por lo expuesto, no se puede esperar un cambio cualitativo en la orientación a seguir en estos dos últimos años de gobierno. Tendremos más de lo mismo, lo que nos deja una situación de malestar frente a lo que podría suceder en la próxima crisis social.

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Tomado del Diario LA REPÚBLICA del 29.07.09. Pág. 20

CÉSAR LÉVANO opina: "La palabra del rudo"


El mensaje presidencial de este año fue ante todo kilométrico. Abundó en cifras sobre kilómetros de carretera, en la mejor tradición de Óscar R. Benavides, Manuel Prado y Fernando Belaunde. Pero no indicó a dónde llevan los caminos.

En general, el norte visible del presidente Alan García es la región del norte: Chavimochic, Olmos, vías que tienen como epicentro el departamento de La Libertad. Su ruta preferida es la del Sólido Norte.

Para variar, el local del Congreso parecía una sucursal del partido de la avenida Alfonso Ugarte. Barras compactas copaban todos los rincones del Palacio Legislativo. Lo que más me sorprendió fue que entonaran la Marsellesa aprista, incluidos los versos que advierten: “la amenaza del imperialismo / a los pueblos quiere dominar”.

García debería ordenar una modificación de esa letra, que el sindicalista del Apra Arturo Sabroso escribió, copiándola, casi al pie de la letra, de la Marsellesa Anarquista.

Una de las pocas novedades del discurso fue el anuncio de que negociará sobre el destino del gas peruano. “En ningún caso”, dijo, “el uso interno será sacrificado en beneficio de las exportaciones”.

Sabe el primer mandatario que el sur de la República es como un tigre agazapado, a la espera de lo que ocurre con el gas que tanto necesita. Esperamos, por eso, que ésta no sea una gaseosa promesa coyuntural.

García sabe asimismo hasta qué punto su régimen y su partido han sido estragados por la corrupción. Es este punto no se le ocurrió idea mejor que amenazar a los corruptos con aplicarles el nuevo Código Procesal Penal y confinarlos a la selva, a una prisión “que estamos construyendo” y que es literalmente utópica, en el sentido de que carece de ubicación. No es siquiera un proyecto.

Hubiera sido mejor que indicara que a esa imaginaria colonia penal enviaría a sus ex ministros y funcionarios apristas que se han levantado millones de dólares.

Nadie puede acusar a García de carecer de imaginación. No. Su fantasía, como en lo referente a la prisión selvática, no se encierra en la cárcel estrecha de la realidad.

Su ataque rudo, impetuoso, no sólo se estrella contra el presente. Arremete también contra el futuro: está seguro de que el año 2010 creceremos seis por ciento.

¿Cómo lo sabe? Nadie lo sabe.

Se guía el presidente por una brújula personal: el optimismo febril. Eso lo llevó a proclamar: “Debemos llegar al 200 aniversario de nuestra independencia como un país del primer mundo”.

Hubiera sido bueno que precisara cuántas toneladas de acero, cuántos millones de automóviles, cuántos millones de toneladas de aluminio, cuántos aviones, cuántas patentes científicas, producirá anualmente ese Perú incorporado al primer mundo.

Seamos optimistas, como buenos peruanos. Alan García sabe las cifras exactas.
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Tomado del Diario LA PRIMERA del 29.07.09. Pág. 2

CÉSAR HILDEBRANT opina: "Discurso sin método"


El doctor Alan García promete que en el 2021, el año del bicentenario de la independencia, Perú será un país del primer mundo. Será un milagro pertenecer al ranking del primer mundo con presidentes del tercero, digo yo.

Después habla de un pueblo convocado que hará obras públicas sin intermediación de autoridades ni burocracias. O sea, como lo trató de hacer Belaunde con su Cooperación Popular y las históricas placas donde se leía: “El pueblo lo hizo”.

Señala en seguida que gracias a él la pobreza ha bajado 14 puntos porcentuales: de 50 a 36 por ciento. Sólo Fujimori mentía con esta desfachatez. Las estimaciones más optimistas apuntan a una reducción real –metodología nueva y algo tramposa incluida- de cuatro puntos porcentuales.

Al rato demanda al ministro del Interior que use las armas de la policía “sin vacilación”. No lo satisface Bagua. Quiere más. Y en ningún momento del discurso lamenta la muerte de los 10 nativos. Reserva sus pesares sólo para los policías asesinados. Penas unilaterales de conservador converso.

Insiste, otra vez, en citar mal a Vallejo: “Pero hay, hermanos, muchísimo más que hacer”, dice con voz de recitador en el teatro Segura. Y no ha dicho que esté parafraseando. ¿Por qué le gustará manosear al pobre Vallejo?

Se jacta de que los teléfonos celulares ya no son los cinco millones que él encontró. “Ahora hay 20 millones”, se fascina. Como si ese no fuera el negocio leonino de Telefónica, Claro y Nextel.

Segundos más tarde, un gran hallazgo retórico: “Tuvimos errores”. Pero, oh desilusión, no señala cuáles. La autocrítica no le alcanza para tanto.

En seguida dice que parte de su misión es “salvar al Perú de la crisis mundial”. Pero en el mismo discurso dice que ya hay señales de que el mundo está saliendo de la crisis. ¿De qué nos salvará, entonces? ¿Por qué no nos salva de él mismo?

Con el cinismo en ristre afirma que la democracia requiere de “poderes independientes”. No alcanzo a distinguir si Luis Alva Castro, su seudónimo en el Congreso servil, lo mira con especial devoción en ese momento.

“Cualquiera puede movilizar a las turbas”, exclama indignado. Una turba de aplausos convenidos lo interrumpe.

“El modelo estatista y autoritario necesita controlar al parlamento”, reincide. Pero ya no parece cinismo sino alguna encefalopatía.

Anuncia que presentará el Código del Consumo y que una nueva cárcel en la selva espera a los corruptos. Pero no habla de la corrupción que invade su gobierno ni de la fiscalización que la puede evitar y que él, más bien, quiere debilitar para apurar el gasto.

“Haremos la Descentralización Popular No Burocrática”, persevera. Es que cuando se prometen idioteces nadie va a reclamar su no cumplimiento. ¿Se imaginan a alguien diciéndole dentro de once meses: ¡usted prometió la Descentralización Popular No Burocrática y no ha cumplido!?

Y a renglón seguido una frase que quedará para la historia del ridículo: “La mejor manera de dialogar es gastar...” Como si todo fuera un asunto de dinero. Como si el sentido de la dignidad no hubiese estado presente en las cóleras de Bagua y en las lejanías hostiles del sur andino.

“Tengo un pacto sagrado con los jóvenes”, afirma. ¿Ignora que la mayor parte de los secretarios regionales de la Juventud Aprista se han pronunciado en contra de la expulsión ignominiosa de Luis Alberto Salgado, castigado por decir que el Apra se ha apartado de su cauce?

¿Y su respuesta a la reforma del Estado? Parece una broma: “¡Los Núcleos Ejecutores de Jóvenes!” Cree que con cuadrillas de obreros provisionales que hagan escaleras y limpien acequias se arreglará el problema del Estado-botín, del Estado cuadrapléjico que complica las cosas y produce la más alta cuota de corrupción.

Cuando anuncia que en el 2010 el Perú deberá de crecer por encima del 6 por ciento, ya la cosa es digna de “Los chistosos”. Lo mismo que cuando se enorgullece del precio de la gasolina (aunque no dice que el barril del crudo ha bajado 80 dólares desde su pico de 145 y que a eso se debe la insuficiente reducción del precio del galón de combustible).

Cual socio de Telefónica o amigo de Carlitos Slim (que lo es), se hincha para decir que hoy tenemos 772,000 conexiones de banda ancha. Lo que no puede reconocer es que las tarifas que aquí se cobran son las más caras de la región.

Y otro anuncio: “Comenzará la derivación de Huascacocha” (para la Central de Huachipa). No dice cuándo ni cuánto cuesta ni en qué estado está el estudio. Llena las páginas de augurios coloridos como este: “Se completará la entrega de 292,000 computadoras entre escolares...”

Ya no es circense ni festivo cuando grita que “se ha capturado a 498 sospechosos de terrorismo”. No precisa cuántos de esos sospechosos tuvieron que ser liberados porque sus detenciones fueron brutales y arbitrarias.

Pero quizá lo peor del malhadado discurso ha sido aquello del Núcleo Básico de Defensa.

Ha sido de una absoluta irresponsabilidad histórica mentirle al Perú diciendo lo que no es y anunciando “terribles sorpresas” que sólo existen en la cabeza de Su Excelencia. Estamos desarmados frente a Chile. Dependemos del pacifismo de Chile, no del nuestro. Esa es la pura verdad.

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Tomado del Diario LA PRIMERA del 29.07.09. Pág. 4

RAÙL WIENER opina:"Un discurso para que todo siga igual"

Primer mensaje del discurso es que no habrá cambios y el segundo que tenemos que creer en lo que el gobierno nos ofrece.

En los 80, García solía buscar la emoción del auditorio advirtiéndole que debíamos reaccionar porque estábamos nada menos que a 15 años del cambio de siglo. Para el discurso de Fiestas Patrias de 2009 ha vuelto a usar el mismo recurso, esta vez dirigiendo la atención a los doce años que median para el segundo centenario de la independencia nacional. ¿Cuál puede ser el significado de la fijación de estos horizontes? Para decir verdad, el joven García nunca hizo una política pensando en los 2000, como el más viejo y más gordo que tenemos ahora tampoco ha gobernado con una mirada de mediano o largo plazo.

Bien puede decirse que más allá de la frase efectista, García no quería decir nada sobre el Perú de los siguientes 12 años. Como tampoco ha querido hacerlo con el del tramo 2009-2010. Uno podría concluir que lo que tenía al presidente hablando ante el Congreso era la obligación constitucional y el deseo de transmitir un “optimismo” que tiene más de arenga que de convicción. ¿Qué quería comunicar García a un país con fuertes rasgos de polarización y sacudido por una cadena de conflictos? Hace un año la tesis oficial era que el Perú estaba en pleno crecimiento y que nada ni nadie podría detenerlo, y como esto era producto de la política de promoción de la inversión esto era de lo único que había que preocuparse.


Baguazo
De un 28 de julio a otro, tuvimos, sin embargo, Bagua y el Moqueguazo, petroaudios e impacto de la crisis económica internacional, por mencionar los temas claves. Y en cada uno de estos casos se vio que crecimiento e inversiones no eliminaban los conflictos sino les daban otra forma (defensa de la tierra contra las concesiones, lucha por la distribución del excedente), eran una fuente de corrupción y no nos hacían invulnerables a los vaivenes del mercado externo. Frente a este periodo dramático el presidente evitó una reflexión política y se limitó a una frase típica de su actual repertorio: “el pueblo me absolverá en su corazón”. Faltará ver si la justicia es tan benigna.


Libertad de prensa

Dentro de eso mencionó la libertad de prensa, como si no hubiese un fuerte alineamiento de los grandes medios con el gobierno, y no fuera que este diario que ocupa el lugar de la oposición no fuese continuamente hostilizado y amenazado. También habló de las radios de provincias, pero no dio cuenta de todas las que han sido cerradas por decisión del Poder Ejecutivo.


Mano dura

La identificación entre conflicto social y terrorismo, entraña un anuncio velado de represión, lo que se corrobora en la parte en que ordena al general Salazar usar la mano dura que supone no emplearon los anteriores ministros. Pero lo principal es que el gobierno no reconoce ninguna responsabilidad por la conflictividad social y prefiere culpar a los “agitadores” y a la “injerencia externa” sin mostrar una sola prueba. No aclara lo que se hará con las actas, o si habrá voluntad para revisar los otros decretos legislativos cuestionados.
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Tomado del Diario LA PRIMERA del 29.07.09. Pág. 6